CONTEMPORANEO:
La pintura contemporánea disolvió la existencia de los
géneros, pero dentro de los diferentes «ismos» de vanguardia pueden
distinguirse cuadros en los que lo representado es un paisaje, siempre con el
estilo propio del autor. Cézanne, el «padre de la pintura moderna», dedicó toda
una serie de pinturas a la montaña Sainte-Victoire. Derain, Dufy, Vlaminck y
Marquet pintaron paisajes fovistas, y Braque, uno de los fundadores del
cubismo, trató repetidamente el paisaje de L'Estaque. En la Viena de principios
de siglo, produjeron obras de este género tanto el modernista Gustav Klimt como
el expresionista Egon Schiele.
Un paisaje de estilo futurista: La calle ante la casa de
Boccioni, 1911.
Los expresionistas transmitieron sus sentimientos y
sensaciones cromáticas también a través de paisajes, como hicieron Erich Heckel
o Karl Schmidt-Rottluff en sus cuadros pintados en el pueblo pesquero de
Dangast; Emil Nolde (El molino de Nordet, 1932) o Kokoschka.
Las distintas formas de abstracción acabaron por suprimir la
importancia del paisaje limitando el alcance del realismo y la representación.
No obstante, se emplea a menudo la expresión «paisajismo abstracto» con
respecto a varios pintores no figurativos (Bazaine, Le Moal o Manessier). El
paisaje siciliano inspiró la obra del pintor expresionista social Renato
Guttuso.